Cenicienta

Había una vez...

una linda jovencita muy hacendosa. Le gustaba tener su casa bien recogida y limpita.

Soñaba con ponerse un bonito vestido, largo, de princesa.

Un día ante sus ojos estaba el vestido de sus sueños. Era exactamente como lo había soñado. Pero ¿quien lo había dejado allí?

Hasta su amigo el Ratoncito Pérez estaba asombrado. 

- Es precioso, con las flores adornándolo y añadiendo ese aire romántico que tanto me gusta- pensó.

- ¿Y si me lo pongo solo un ratito?- le decía al Ratón Pérez.

- Decidido, me lo pongo. ¿Quién lo habrá dejado aquí?

Sin pensárselo más se lo puso.

Y con esta tiara, ya estoy como una verdadera princesa.

Con sus manguitos a modo de guantes.

Sus zapatos con botón dorado.

No le faltaba detalle. Bueno si, el príncipe.

No podía dejar de mirarse en el espejo. 

- Así iré al próximo Baile Real y veremos si el príncipe Lucas me pide un baile y....

¿Será un sueño o será realidad?